Dedicar tiempo a buscar ideas sobre cómo iluminar una cocina es muy necesario, podríamos decir que es la zona de la casa donde mas variedad de actividades realizamos y por ese motivo es vital que la iluminación se adapte a esas actividades.
En esta entrada vamos a daros unos consejos básicos para iluminar correctamente vuestra cocina y que el resultado final sea funcional y a la vez estético.
¿Un único espacio y una única iluminación?
Dentro de la cocina encontramos distintos espacios en los que podemos combinar y variar la forma de iluminarlos, adaptando la luz y el tipo de lámpara a la actividad que se desarrolle en cada zona.
Porque en la cocina no solo se preparan alimentos. En la cocina realizamos otras muchas actividades: comer, tomar una copa con amigos, fregar los platos o simplemente picotear algo mientras vemos la televisión.
Una cocina ofrece entonces un sinfín de utilidades y como hemos dicho anteriormente, tenemos que adaptar la iluminación a esas actividades.
Existen 2 zonas principales a la hora de iluminar una cocina:
- Zona de trabajo o meseta
En la zona de trabajo es donde se cocina, corta, fríe, etc.. Básicamente son las tareas que se realizan a diario y donde lógicamente más nivel de luz y menos sombras necesitamos tener.
Una manera de iluminar adecuadamente la zona de trabajo de la cocina es instalando tiras de LED o regletas “bajo mueble”, estas tiras tienen varias ventajas: Se adaptan a la longitud de la meseta, están protegidas frente a las salpicaduras de agua (importante la protección IP) y están disponibles en varias potencias y colores de luz.
Para iluminar la zona de trabajo se recomienda que la temperatura del color sea de tono blanco natural o neutro (entre 4000 y 4500 Kelvin) este tono de luz nos ayudara a tener una iluminación clara, potente y que no deje ningún hueco a oscuras.
- Zona general
Podemos entender la zona general como “toda la cocina”, siempre tenemos que tener una luz general que cubra ampliamente el espacio y lo ilumine de manera uniforme.
Para iluminar la zona general de la cocina es recomendable instalar plafones de techo, focos empotrables o downlight LED. Es imprescindible que tengan un alto nivel de luz y también un ángulo de luz considerable, así minimizaremos las sombras y crearemos esa sensación de amplitud tan a valorar en una cocina.
Los hay redondos, cuadrados o rectangulares, todo son facilidades para determinar cuáles son los que mejor van a ajustarse a la forma de cada cocina, de su tamaño y de la disposición del mobiliario.
Algunos de estos plafones o downlight disponen de una función extra: un mando a distancia que permite regular el color de la luz (de cálida, mucho más ambiental, a fría, muy práctica para realizar tareas que demandan más precisión.
Iluminar una cocina con lámparas decorativas ¿Por qué no?
Aunque la cocina sea la estancia donde concentramos mayor número de horas de trabajo, realizamos en ella tareas con las que sentirnos relajados, como desayunar, comer o cenar.
Es por eso que en la cocina también debería haber un rinconcito en el que sentirnos a gusto y con la luz adecuada, una luz cálida que favorezca la tranquilidad y el reposo.
Ese rincón puede ser la mesa o la isla donde comemos habitualmente y donde tan buenos momentos pasamos rodeados por la familia o amigos que se unen a un plan casero y entrañable.
Recordar que para conseguir ese ambiente relajado y cómodo, es esencial elegir un tono de luz cálido.
Como habrás observado, existen un montón de maneras de iluminar una cocina, cada vez es un espacio más importante de la casa y por eso hay que dedicarle especial atención.
No te limites a lo habitual, se original y no tengas miedo de arriesgar, una cocina tiene que reflejar tu personalidad y ritmo de vida.